Por esas horas, la tarde del viernes, la junta electoral había confirmado el triunfo del estatal Pablo Micheli, respaldado por De Gennaro. Pero Yasky insistía en esperar la confirmación del tribunal arbitral sobre los resultados de los comicios de hace diez días.
De Gennaro anticipó, además, que la CTA retomará las movilizaciones. La primera será el 13 cuando se debata en el Senado el 82 por ciento móvil para los jubilados.
“La votación ha sido un espectáculo. 272 mil compañeros votaron, eligieron 16.400 cargos. Salvo algunas impugnaciones, fue una jornada espectacular. Ganamos por 18 mil votos. A partir de ahora, como dijo Pablo Micheli: “No es triste la verdad, lo que no tiene es remedio”. Yasky no debería hacer más daño. Se nota que a los que están atrás de todo este proyecto, no les gusta perder. Esto es un cachetazo al no se puede”.
Con dos listas, votó alrededor del 17 por ciento, cuando en 2006, con una sola lista, lo hizo el 27 por ciento. ¿Qué análisis hace?
Intentan menoscabar la elección. Pero no hubo elección como esta en la última década. En la interna de la UCR bonaerense votó la mitad de los que lo hicieron en la CTA en la provincia. Hoy la CTA puede recuperar esa calle que algunos trataron de frenar. Vamos a pelear. La esperanza es trabajar por una CTA de 3, 4 millones de trabajadores. Por eso hubo una lista que trataba de decir que hay que justificar al gobierno, guarda que viene la derecha. Y otra que decimos que hay que derrotar a la derecha que manda en el país a todo nivel.
¿Cómo describe las propuestas que estuvieron en disputa?
Hubo dos iniciativas. Nosotros dijimos que el pueblo está para más. Fue un debate político. La comunicación hegemónica decía que Kirchner, Moyano, Pino, ponen en riesgo la unidad, y eso es desmerecer el voto de los afiliados. Ninguno de los tres votó. Pino Solanas tiene un privilegio y una responsabilidad grande para construir una perspectiva nacional. Pero no está afiliado a la CTA. Que cada uno haga sus cosas. Nosotros hacemos con autonomía del gobierno y de los partidos, aun de los que podemos llegar a representar nosotros. Si no, no es una central de trabajadores sino una correa de transmisión.
La elección provocó la salida de la organización Tupac Amaru. Su líder Milagro Sala es fundadora de la CTA.
Es un dolor. Aspiro a que podamos aclarar las cosas y con los resultados, no hacerle el juego a los que desde el Gobierno alienten la fractura porque perdieron. Que Hugo Yasky entienda que tiene un lugar, pero tiene que ser parte del colectivo. A Milagro la eligieron los jujeños y ojalá que revea eso.
¿La salida de Tupac Amaru fue presionada por el Gobierno?
No subestimo a Milagro. Una cosa es lo que quiere el Gobierno, otra que ella acepte cosas.
El acercamiento de Yasky al Gobierno, ¿incidió en el resultado?
Depende en qué cosas. Yo me movilicé por la eliminación de las administradoras de jubilación privadas. Pero no cuando se dice que la movilidad jubilatoria es buena. Sobra plata para los jubilados; falta vergüenza del Gobierno para no darla y sí usar la plata de la Anses para la General Motors o pagar deuda externa. Eso está mal cuando hay hambre y pobreza en el país. No importa quién sea gobierno. Basta de decir que no se puede. El debate en la CTA fue si se puede o no se puede, hay que organizarse más o no. Latinoamérica está en avance. No decimos que hay que defender a los gobiernos populares en Latinoamérica. Hay que hacer una transformación acá.
¿Cómo?
Organizándonos y movilizándonos. La discusión en el país es cómo se llega a fin de mes, no quien será el presidente el año que viene. Que el 70 por ciento de los jubilados gane menos de mil pesos es una inmoralidad.
¿Qué cabe esperar de la nueva conducción?
Ponerla en la calle más firmemente. El 13 de octubre vamos a estar en la plaza con los jubilados. También vamos a impulsar el salario universal: hay 5 millones de pibes que no lo cobran. Además, 82 por ciento y libertad y democracia sindical. Basta del verso del unicato de la CGT que hace que no puedan elegirse delegados cuando se elige hasta presidenta. Y hacer la Constituyente Social. Todo en el marco de una organización y una movilización. Por ejemplo, el Consejo del Salario votó el sueldo mínimo. Pero lo votó la Sociedad Rural, la UIA con el Gobierno y la CGT. Los únicos que dijimos no, fuimos nosotros.
Como dirigente de Unidad Popular, ¿con qué sectores y dirigentes siente afinidades hacia la presidencial de 2011?
Hoy coordino la Constituyente Social para avanzar en la Unidad Popular. Ojalá esto tenga también encarnadura en lo electoral. Hay un montón de compañeros que tienen que estar en esa unidad. No creo más en las dos estructuras que alguna vez fueron movimientos populares y hoy sólo son impresionantes máquinas de ganar elecciones. No importa para qué quieren ganar, pero es una rosca entre ellos. Creo en una construcción de los honestos, aunque pensemos distinto. Pino Solanas, Claudio Lozano, Binner, Margarita Stolbizer… También Luis Juez, al que respeto y admiro.
Fuente: Horacio Serafini, corresponsal en Buenos Aires del Diario La Voz del Interior de Córdoba
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